Otro dato alarmante es que el 80 % de las personas con discapacidad vive en países en desarrollo. Este dato es ofrecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las tasas de discapacidades son notablemente más altas entre los grupos con menores logros educacionales. El promedio es de 19%, en comparación con 11% entre los que tienen más educación. Complementando este dato se sabe que las mujeres tienen una incidencia más alta de discapacidades que los hombres en estos países.
El 20% de los más pobres del mundo tienen discapacidades, según datos del Banco Mundial. Además tienden a ser considerados dentro de sus propias comunidades como las personas en situación más desventajosa. Una vez más se reconoce que las mujeres con discapacidad experimentan múltiples desventajas, siendo objeto de exclusión debido a su género y a su discapacidad. Así las mujeres y las niñas con discapacidad son particularmente vulnerables al abuso. Según el UNICEF, el 30% de los jóvenes de la calle tienen discapacidad. Sólo en 45 países se cuenta y son conocidas leyes contra la discriminación y otro tipo de leyes específicas a ese respecto.