No se han realizado todavía adecuados estudios prospectivos sobre este síndrome, pero aparece claramente asociado a la inmovilidad junto a otros muchos factores de riesgo como son trastornos hematológicos, enfermedades cardiacas (insuficiencia cardíaca o infarto al miocardio reciente), tumores, antecedentes personales o familiares de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar, cirugía mayor reciente, lesiones pelvianas o de extremidades inferiores recientes o inmovilización prolongada, embarazo o puerperio (6 semanas después del parto), uso de anticonceptivos orales, estrógenos o Tamoxifeno®, correlación con edad mayor de 40 años, depleción de volumen intravascular (deshidratación), obesidad y fumar entre otros.
La profilaxis dependerá del riesgo del paciente valorado por su médico, pero con el disminuir el riesgo de una trombosis venosa profunda se recomiendan entre otras medidas: (1)usar ropa suelta y confortable, y evitar los elásticos bajo la rodilla, en muslos o cintura; (2) usar calcetines de presión graduada que ejercen 20-30 mmHg a nivel del tobillo; (3) cuando se viaja se recomienda ponerse de pie, además de elongar brazos y piernas; (4) caminar frecuentemente siempre que sea posible, evitar cruzar las piernas porque esto dificulta el retorno venoso;(5) tomar abundante agua, además de evitar el alcohol y el café abundante, ya que ambos contribuyen a la deshidratación.
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