viernes, 15 de abril de 2011

Prevenir los accidentes en ancianos

En las personas mayores es natural la pérdida de control del equilibrio, las dificultades en el andar por un sistema locomotor deteriorado, y la disminución de la visión, el oído, el uso de medicamentos. De esta forma la introducción en nuestros hogares de aparatos mecánicos y eléctricos, medicamentos que almacenamos, productos de limpieza y plaguicidas hace que nuestro hogar pueda convertirse a veces en una trampa para los ancianos. Por otra parte, los obstáculos que pueden encontrar en el hogar, como suelos resbaladizos, baños mal equipados, escaleras mal iluminadas, contribuyen a que las caídas sean los accidentes más frecuentes que sufren los ancianos en el hogar, y que pueden resultar muy graves, no solo por la descompensación que pueden producir y la necesidad de encamamiento o inmovilización que a veces le sigue, sino por que puede llevar a la pérdida de capacidades para las actividades de la vida diaria fundamentales para ellos, y que nunca recuperarán.

Los ancianos son uno de los grupos de riesgo más amplios y sufren muchos accidentes que se podrían evitar. Aquí se recogen algunas medidas básicas que se deben tomar para impedir caídas que son los accidentes más frecuentes. Con el fin de evitar estas caídas deben sugerimos unas normas, tanto en la actitud del propio anciano, como en el medio que lo rodea.

Sobre el espacio Físico evitar que los suelos sean de material deslizantes, demasiado encerados o pulidos. Evitar la posibilidad de que las alfombrillas se deslicen poniendo entre éstas y el suelo una base antideslizante, procurando que sus bordes no estén levantados. No deberían existir objetos tirados en el suelo con los se pueda tropezar siendo esto frecuente en las casas donde hay niños. Los cuarto de baño deben dotarse de agarraderas en el retrete y en la bañera para ayudarle a sostenerse. La iluminación es muy importante y debe ser adecuada en todas las habitaciones, así como la de pasillos y escaleras. Estas últimas deben tener un pasamanos y su origen debe estar señalizado.

Sobre los hábitos del Mayor se debe procurar el uso de zapatos cómodos, bien adaptados, de suela antideslizante y tacón bajo. Puede ser aconsejable el uso de bastones o de andadores por consejo médico. Se debe procurar que los útiles de uso diario estén al alcance de la mano sin necesidad de subirse a sillas o escaleras. Debe existir un interruptor de la luz a la cabecera de la cama de modo que acceso a éste sea fácil antes de levantarse. Los ancianos deben levantarse de la cama sin movimientos bruscos sino poco a poco, permaneciendo unos minutos sentado en el borde de la misma antes de incorporarse por completo. No deberían existir desplazamientos cuando se sientan mareados o débiles, procurando entonces sentarse avisando a su cuidador.

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