jueves, 21 de abril de 2011

A un militar enfermo a causa de la inhalación de amianto en acto de servicio Defensa reconoce la incapacidad


A un alférez de navío vigués enfermo de cáncer de pleura, el Ministerio de Defensa ha reconocido la incapacidad por insuficiencia de condiciones psicofísicas. Los problemas de salud al parecer fueron relacionados de forma clara con la inhalación de amianto en acto de servicio.

El militar según fuentes periodísticas trabajó desde el año 1968 en la reparación de barcos de la Armada Española. Estas labores habituales fueron relacionadas con el desarrollo posterior de un cáncer de pleura. El afectado desarrolló su servicio en diferentes embarcaciones, y con diferentes funciones. Así entre 1968 y 2000 desarrolló su labor en nueve barcos de la Armada, tiempo en el que estuvo expuesto al amianto de manera probada, ya que este material era muy utilizado en la construcción de barcos entre las décadas de los 60 y 80, como así concluyen los informes técnicos.

El mesotelioma es el efecto para la salud más característico asociado a la exposición a las fibras de amianto. Es un tumor maligno poco frecuente que se localiza sobre todo en la pleura (70-90% de los casos), tiene un largo período de latencia y afecta principalmente a los hombres a partir de los 60 años.

Otras fuentes estiman en 3.500 los gallegos afectados posiblemente por el amianto, otros muchos más en el resto de España. Precisamente los militares serían uno de los colectivos más desprotegidos.

El amianto, o asbesto, es un producto mineral de gran durabilidad y de reducido coste. Se encuentra de forma natural en formaciones rocosas alrededor del mundo. Está formado por un conjunto de haces de fibras minerales sólidamente unidas muy resistentes al calor, abrasión y tracción. Estas características han hecho que sea un material ampliamente utilizado en productos de gran consumo, en la industria y en la construcción. Las fibras de amianto utilizadas comercialmente pertenecen a dos grupos mineralógicos: Las serpentinas (que incluyen el crisotilo o amianto blanco) y los anfibioles (que incluyen la crosidolita o amianto azul y la amosita o amianto marrón entre otros).

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado a todas las fibras de amianto como “cancerígenas para los humanos”. No se conoce ningún nivel de exposición que no sea peligroso. Los períodos de latencia de estas enfermedades son muy largos, siendo muchas veces difícil probar que la causa sea la exposición al amianto. Los factores más importantes para poder realizar un diagnóstico son la historia de exposición previa al amianto y la presencia de alteraciones radiológicas.

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